Juego cooperativo con el que los participantes descubrirán cómo regular los estados de ánimo. Incluye tarjetas que ocultan una acción cotidiana y que provocan enfado o tristeza. Los pequeños detectives tendrán que averiguar de qué se trata para proponer soluciones que lleven a un sentimiento positivo.
Edad recomendación: 3 años en adelante.