El Trastorno del Lenguaje. Diagnóstico e Intervención.
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La adquisición del lenguaje oral es un proceso cognitivo muy complejo, que se inicia antes incluso del nacimiento, cuando el niño ya empieza a desarrollar el sistema auditivo. Desde ese momento, el niño estará expuesto a la herramienta más genuinamente humana, el lenguaje. Fruto de la intensiva estimulación que el niño recibe en el entorno social, comienza a aprender la función representativa y referencial del lenguaje. Poco a poco, irá integrando que él es capaz de influir en los demás mediante la palabra.
Hacia los doce meses, aparecerán las primeras y el niño será capaz de designar, de poder nombrar diferentes entidades del entorno. Aún tendrán que pasar algunos meses para que comience la predicación y con ella la capacidad de describir, de explicar el mundo. Pero este fascinante camino hacia el dominio del lenguaje está lleno de obstáculos. El lenguaje es un sistema complejo que se ha moldeado con el paso del tiempo no siempre con reglas estrictas y claras. Su aprendizaje es un trabajo de orfebres. El lenguaje es como un conjunto de matrioskas rusas pues de manera simultánea hemos de acotar el inventario de sonidos de nuestra lengua materna y construir su representación, debemos recoger todo un conjunto de etiquetas que representan diferentes entes, objetos y cosas del mundo. Paralelamente a ello, debemos aprender cómo se relacionan las palabras entre sí y en qué orden debemos poner para dar sentido a lo que queremos expresar.
Pero aún más difícil, debemos saber adecuar el mensaje a la situación comunicativa, es decir, separar las palabras más adecuadas para ser lo más eficientes en nuestras
intenciones comunicativas. Esta gran complejidad hace que en algunos casos este proceso se vea afectado y que estos niños no sigan un curso evolutivo típico. Se trata de niños que van retrasados en la consecución de las diferentes metas evolutivas o que presentan algún tipo de alteración en las estructuras lingüísticas que no son propias de una adquisición típica. El desequilibrio puede incidir en uno o distintos aspectos del lenguaje y puede implicar más o menos a la comprensión o la producción. En la interrelación de este triple eje (componente del lenguaje alterado, modalidad afectada y grado de la dificultad) encontramos una gran amalgama de problemas y alteraciones.
En estos casos, el profesional debe tener los conocimientos para poder evaluar el grado de afectación de cada componente y modalidad para poder ajustar la intervención educativa para que el niño pueda alcanzar el nivel de lenguaje que le corresponde para su edad. Este volumen se dedica justamente a esta tarea. En primer lugar, se aporta una información precisa, compleja y cuidadosa sobre los trastornos del lenguaje .
Nos centramos después en la categoría diagnóstica que aglutina la mayoría de los trastornos del lenguaje. Nos referimos al Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Seguidamente nos centramos en su evaluación e identificación. Finalmente, nos centramos en su intervención. Por lo tanto, tiene en sus manos una herramienta de gran calidad científica que compila la información más relevante sobre el Trastorno Específico del Lenguaje y que esperamos que sea de gran utilidad para todos los profesionalesque trabajan en su intervención.